Es algo muy frecuente que un cliente de perfil emprendedor vea el logotipo como un activo necesario pero para cuyo diseño  no quiere destinar grandes recursos económicos. Muchas start-ups de comunicación son conscientes de ello y anuncian –por ejemplo– “logos a 30€”. ¿Hacer un buen logo es caro?

 

AmazingAmeba

 

A la petición de un cliente de “quiero un logotipo barato”, una respuesta ‘a la gallega’ sería “¿qué valor le das a tu marca?”. Por supuesto, todos –y más aún el emprendedor, alguien con escasos o nulos recursos económicos– buscamos siempre lo “bueno, bonito y barato”, desoyendo el dicho “lo barato sale caro” de la cultura popular. ¿Quiero decir con esto que un buen logo nunca puede ser barato? No; quiero decir lo que a todas luces es lógico: si pagas tu logotipo a 30€ , no esperes que a su conceptualización, diseño y desarrollo dediquen muchas horas.

 

¿Qué valor le das a tu marca?

Tienes pleno convencimiento del futuro éxito de tu idea de negocio. Tanto es así, que en unos años esperas tener el correo colapsado de mensajes, no tener horas disponibles para nada y aun así rascar algún hueco para aparecer en las páginas de un diario explicando los orígenes y evolución de tu empresa. Tu idea de negocio tiene un altísimo valor -¡y espérate a de aquí unos años!-. Por tanto, tu nombre comercial también lo tiene, ¿no?, ya que va estrechamente ligado a tu negocio. Entonces, ¿estás presentándonos un futuro deportivo de gama alta pero lo vas a pintar del verde manzana del Seat 127 porque es el color más barato disponible?

 

“Hazme un logo sencillo, para arrancar. Igual en el futuro lo cambio”.

No quieres gastarte demasiado dinero ahora. De acuerdo. Pero cuando tu empresa haya crecido, ¿querrás afrontar el coste de cambiar tu logotipo en todos los soportes? En las tarjetas de visita de tus empleados, en el papel de carta, en tu web, quizás en tus vehículos comerciales, en el letrero de tu local u oficina, en la ropa de tus empleados… en adquirir 500 nuevos usb para reemplazar los 1.000 que aún te quedan de aquellos 2.000 que compraste como gadget para obsequiar a tus clientes…

Si te parece que ahora hacer una inversión en tu logotipo es caro, ante todo ten presente que aún más caro es el coste de un cambio de identidad. Así pues, ¿por qué no hacer las cosas bien desde un principio? Que un eventual cambio de identidad venga dado porque la marca, tras 15 años, ha quedado anticuada, es una cosa; que venga dado porque no te pareció importante “mimarla” al principio, es otra muy distinta.

Añadiré un factor psicológico: tener un logotipo que te encanta y que te convence absolutamente en todo te aporta aún mayores ganas de empujar tu negocio cada día. Ese logo ideal te hace sentir que te puedes comer el mercado. Es lo que se denomina “orgullo de pertenencia a una marca” aplicado a ti.

 

“¿Qué he de tener en cuenta para escoger al diseñador de mi logotipo?”

Implicación mutua. El creativo que reciba tu encargo va a cruzar tus necesidades y aspiraciones con sus conocimientos y experiencia y también con las tendencias de moda (sí, el diseño está sujeto a modas) . Por tanto, ten muy en cuenta que aunque vas a contratar y pagar sus servicios, es un trabajo a dos. ¿O acaso al dentista no le dices por qué vas a verle antes de que haga su trabajo?

Atención y comprensión. Si el creativo te pregunta sobre tu negocio (en qué consiste, si está arrancando o ya lleva unos años, qué tamaño tiene, quién es tu público, en qué canales de venta opera…), vamos bien, porque es esencial que te escuche.

Hacer un ‘briefing’. Idealmente, te presentará un ‘briefing’ o resumen de tus necesidades antes de meterse de lleno en el proyecto. Esto es muy importante: no le prestes poca atención por querer tener tu logo ‘ya’; un mal briefing lleva casi siempre a un producto final insatisfactorio.

Qué incluye el trabajo. Tiene que acotar bien qué incluye y qué no incluye su trabajo. Esto es importante: ¿quieres sólo 1 logo? ¿Seguro? Quizás lo quieres en varios colores de aplicación. Y en una serie de formatos de archivo diferentes, claro. Y cuando tengas que hacer tu web, necesitarás saber los colores html usados en ese logo para que los colores del resto de la página vayan en consonancia. Y si vas a encargar bolígrafos con la marca de tu empresa, te pedirán los colores Pantone, así que también necesitas saberlos. ¿También quieres la tipografía empleada en el logo para tus powerpoints? Vaya, pues es de pago…

Calendario. En la definición del proyecto es importante establecer el calendario de trabajo (reuniones a hacer, fechas de presentación de borradores o primeras propuestas, fecha de entrega del producto final…). Y aquí hay que recordar, de nuevo, que es un trabajo a dos: ambas partes han de cumplir con el calendario al máximo.

Versiones que se incluyen hasta la aceptación final. No existe el cliente “poco exigente”; existe el cliente que no manifestará su poca satisfacción, y que no hará repetir mil veces el trabajo al diseñador, sino que, sencillamente, no volverá a encargarle nada. Por tanto, todo cliente es exigente (y tú también lo eres). Dicho esto, es interesante preguntar “¿y si no me gusta lo que me presentes, qué hacemos? ¿Repites el diseño tanto como haga falta hasta dar con la idea? ¿O rompemos el contrato?” De nuevo volvemos a la importancia de elaborar bien el ‘briefing’.

Arte final. Hay que especificar qué se entregará, cómo y cuándo. Hay que asegurarse de recibir el logotipo en formato de archivo de dibujo vectorial (el más usual es el .ai, de Adobe Illustrator), ya que ese es el tipo de archivo de mayor calidad posible; aunque no podremos ni verlo ni usarlo si no disponemos de programas de diseño específicos, este es el archivo que enviaremos a cualquier proveedor de diseño que contratemos (para un letrero, para un stand ferial, para una camiseta…) porque puede exportarse a cualquier tamaño sin perder calidad. Además del archivo vectorial, pediremos una versión en otro formato que podamos ver y usar directamente, como el JPG, preferiblemente en colores RGB (porque si nos llega en CMYK, no es compatible para páginas web). Y junto a ellos, la carta de especificaciones y colores, donde para cualquier necesidad futura han de aparecer las escalas de color Pantone, RGB, HTML y CMYK.

 

¿Quieres un logo barato o quieres un buen logo?

Visto todo lo anterior, y deduciendo fácilmente que la tarea de crear un logotipo con unos mínimos de calidad no es tan rápida como a menudo se quiere creer, la pregunta a hacerse es: “¿quieres un logo barato o quieres un buen logo?”. Al margen de que en Starcomm buscamos siempre ofrecer un producto tan económico como satisfactorio –también en diseño de logotipos–, yo recomiendo desconfiar de las ofertas de derribo que la crisis nos está trayendo. La última palabra la tiene el cliente, pero el cliente está obligado a ser autocrítico a la hora de comprar o contratar, y ser consciente de que todo precio está relacionado con un valor.

RSS

Suscríbete a El blog de Startcomm para no perderte ningún artículo

Comparte este artículo:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *